QUE LA LUZ NO DEJE DE ALUMBRARNOS

Que la noche no enturbie tus ojos.
Que las estrellas no dejen de iluminarte.
Que la luz rompa las tinieblas.
Que tu corazón repique en la campiña.
Que, al alba, la sonrisa te devuelva la alegría.
Que duermas entre sábanas blancas.
Que tu corazón no deje de amar.
Que los sueños sean realidad.
Que el eco de tus versos repique
en la sierra, y nos devuelva su alegría.
Que tu nombre, María, flote
sobre la mar al medio día.
Que tus ojos no dejen de enfocarnos
porque su luz nos hace más fuertes
mas humanos.
Capaces de comprender que los sueños
son necesarios, para entregarnos a
los que necesitan nuestro abrazo.
Como cálido viento son tus versos
que  atrapa mi corazón. Tan necesarios
como el sustento que mi alma necesita,
por la libertad que brota de ellos…
24/04/17
Antonio Molina Medina